UNA VENTANA AL BICENTENARIO

La evocación del Bicentenario en nuestro país requiere de mucha originalidad para dejar una huella en la historia argentina y nosotros como institución no queremos dejar de participar, de involucrarnos, de proponer ideas para realizar un recorrido por la historia de nuestro país, con creatividad, con la participación de toda la comunidad educativa.

Por lo tanto, la conmemoración del Bicentenario de la revolución de Mayo de 1810 debe ser para los argentinos un encuentro con el pasado, para entender el presente y avanzar hacia el futuro. Un encuentro de reflexión sobre lo que hemos conseguido y lo que aún nos falta como nación.Queremos convertirnos en actores sociales activos de nuestra historia para tener la oportunidad de involucrarnos cada día más en la construcción de nuestra identidad nacional.

Al abrir esta ventana vamos a volver al pasado y eso implica también volver a 1910, cuando se llevaban a cabo los festejos del Centenario. Para ese entonces Buenos Aires era una ciudad cosmopolita por excelencia, habían llegado los inmigrantes. Durante la presidencia de José Figueroa Alcorta se mandaron a construir monumentos conmemorativos, quedando plasmados el ellos el pasado de nuestra historia, sin embargo aún no se había conseguido consolidar muchos de los elementos indispensables para la vida en democracia. Hoy nos encontramos en otro momento histórico, no menos conflictivo; somos conscientes que en ese pasado tuvimos muchos encuentros y desencuentros, momentos felices y otros muy dolorosos pero sin embargo seguimos juntos, trabajando día a día para construir el futuro que soñamos para nuestra Patria.

¡ Vamos ! Los invitamos a abrirla juntos ! Tenemos mucho por aprender, por compartir, por reflexionar... ¿Nos acompañan ?



EL BICENTENARIO DE LA PATRIA. EL PAIS DESDE MAYO DE 1810 HASTA HOY.

¿Viste todo lo que se escucha por radio y televisión...?
Los adultos hablan y hablan del BICENTENARIO...
¿Sabes qué es el BICENTENARIO?
Es el festejo, por los 200 años de la Revolución de Mayo; esta revolución marcó el fin de la etapa colonial en nuestro país.
Comenzamos un camino hacia la independencia, es decir, a tomar nuestras propias decisiones, sin depender de otros países.

ESCUDOS DE LAS PROVINCIAS ARGENTINAS

ESCUDOS DE LAS PROVINCIAS ARGENTINAS

lunes, 7 de junio de 2010

JUEGOS PARA NIÑOS

El juego, le aporta al niño una larga serie de experiencias que contribuyen en la formación de su personalidad por eso queremos mostrarte que hay juegos tradicionales muy divertidos que jugaron nuestros abuelos, papis y maestros y hoy te invitamos a revivirlos.


El Gran Bonete

Los chicos se sentarán formando un círculo, y en el centro estará el que haga de Gran Bonete. Cada participante tendrá asignado un color.

El juego se inicia con las palabras del Gran Bonete:

- Al Gran Bonete se le ha perdido un pájaro y dice que el Negro lo tiene (señalando a cualquiera de los participantes, tenga éste último el color nombrado o no, para tratar de confundirlos)
Si el negro está atento dirá:
- ¿Yo, señor?
- Si, señor.
- No, señor.
- Pues, entonces ¿quién lo tiene?
- ¡El Verde!

La falta se produce cuando contesta alguien que no tiene el color al que se alude. En ese caso se anota prenda y a las 3 prendas, se paga penitencia.


La Cuerda

Los niños pueden participar por turno, o simplemente los que tengan ganas de intervenir. Mientras dos dan vuelta la cuerda por cada compás de la cancioncilla, uno salta:
Caballito blanco,
llévame de aquí:
llévame a mi tierra
donde yo nací.

Tengo, tengo, tengo,
tú no tienes nada;
tengo tres ovejas
en una cabaña.
Una me da leche,
otra me da lana
otra me mantiene
toda la semana.

Que una,
que dos,
que tres,
que darle la vuelta
del revés.
Sin dejar de saltar, el niño da media vuelta y continúa mientras los que dan vuelta la cuerda y los que miran, para terminar el turno del que salta, cantan:
Que una,
que dos,
que tres,
que salte, niña,
que vas a perder.


Martín Pescador

Dos niños harán de Ángel y Diablo. El resto no conocerá cuál es cuál, y para ello ambos tomarán de común acuerdo el nombre de una fruta o de un color o una flor. Una vez hecha esta elección ambos se tomarán las manos levantando los brazos colocándose frente a frente, harán de puente o barrera. El resto formando una hilera vendrá cantando o recitando:

- Martín Pescador, ¿me dejará pasar?
El ángel y el diablo les responden:
- Pasarán, pasarán, pero el último quedará

Entonces la fila pasa por debajo mientras el ángel y el diablo siguen diciendo:
- Pase, pase quien podrá, pero el último quedará.
Al llegar el último, ambos bajan los brazos, y le pregunta, por ejemplo:
- ¿Con quién quieres ir?
- ¿Con la rosa o el clavel?

El niño elige y se coloca detrás de la flor que eligió. Así se procede con el resto hasta que todos estén repartidos entre ambos "bandos". Luego los dos grupos tomados de la mano tiran en sentido contrario para decidir quién será el ganador.


Gallinita Ciega

Se forman los niños y en el centro se coloca el que hará de gallinita ciega, se le vendan los ojos y se dice:

- Gallinita ciega, ¿qué has perdido?
- Una aguja y un dedal (en la Cuesta del Totoral)
- ¿Qué estás haciendo?
- Jugando con los negritos.
- ¿Qué carne querés comer?
- ¿Carne de gente, o carne de gallina?
- Carne de gente.
- Bueno, date una vuelta y echáte a buscar

La gallinita ciega intenta agarrar a cualquiera de los compañeros, siempre a ciegas y los otros niños intentarán despistarla pasando cerca, gritándole y tocándola. Al que lo atrapan hará de gallinita ciega.


Las Flores

Primero se debe elegir un jardinero y pondrá nombres de distintas flores a cada uno de los demás jugadores. Además se apartarán dos niños más del grupo que harán de ángel y diablo, los cuales llegarán por diferentes lados y hablarán alternativamente con el jardinero:

- Tun, tun
- ¿Quién anda?
- Un ángel
- ¿Qué busca?
- Una flor
- ¿Qué flor?
- El clavel

Si algún niño tiene ese nombre se va con él, sino, el ángel se va y se adelanta el diablo; se repite el mismo diálogo que la vez anterior, con las mismas consecuencias. Y así se sigue alternativamente. Una vez que entre ambos han repartido todos los jugadores, los "diablos" corren a los "ángeles" y una vez que todos han sido atrapados, el juego vuelve a empezar.


Adivinanzas

Una adivinanza es un tipo de acertijo cuyo enunciado se formula en forma de rima.

Se trata de enigmas sencillos dirigidos al público infantil en que hay que adivinar frutas, animales, objetos cotidianos, etc. Al orientarse a los niños, tienen un componente educacional al representar una forma divertida de aprender palabras y tradiciones.

Por ejemplo:

En una calle limpia
anda una niña a un compás
que camina hacia adelante
con sus ojitos atrás

La Tijera.

JUEGOS TRADICIONALES

Este espacio permite identificar aquellos juegos que se trasmiten de generación en generación como un gran valor cultural y que nos enriquece espiritual e intelectualmente.

EL TRUCO

EL PATO

LA TABA

EL SAPO


Truco

Es un juego de naipes (pueden participar 2, 4 o 6 jugadores) basado en la suerte y la destreza. Su nombre, justamente, viene de su metodología de juego, se puede mentir, engañar al adversario, igual que en el poker.

La jerarquía de las cartas es la siguiente:
Desde el As de Espadas, el As de Basto, el 7 de Espada, el 7 de Oro, todos los 3, todos los 2, los Ases de Oro y Copa, todos los 12, todos los 11, los 7 de Copa y Basto, todos los 6, todos los 5 y las cartas de menor valor son todos los 4.

Las jugadas con palos (espada, oro, basto o copas) pueden ser:
1.- Envido: 2 palos iguales y 1 distinto
2.- Flor: 3 palos iguales

La puntuación se obtiene sumando la numeración de las cartas y agregándole 20, o sea, que si uno tiene un 4 y un 5 de copas: posee 9 + 20 = "29" de envido; si tiene un rey, un 1 y un 6 de oro tiene 0 + 1 + 6 + 20 = "27" de flor => notará que el rey (al igual que el caballo y la sota) no se tiene valor en el envido o la flor.
Después del envido o la flor, llega la hora del truco, en la cual se impone la carta de mayor valor (de acuerdo al cuadro de jerarquías). El jugador o equipo que gane dos rondas de las tres que se juegan en una mano será el ganador de esa mano. La astucia del jugador será de vital importancia para imponerse.

El truco fue declarado deporte nacional por la incidencia que tiene su práctica dentro de la idiosincrasia argentina. También se lo practica en Uruguay.


El Pato

Ya en el siglo XVI se realizaban contiendas donde dos equipos de jinetes intentaban hacerse de un pato vivo (luego se remplazo con una pelota con asas), y llevarlo hasta un sitio predefinido. Las crónicas mencionan partidos con hasta 200 participantes, disputados de estancia a estancia. El animal usado para el juego solía ser entregado por un pulpero, a veces envuelto en una canasta o dentro de una bolsa de cuero con asas. En la década de 1930, Alberto del Castillo Posse se dedicó a definir y reglamentar la variante moderna del pato, que abreva del polo en ciertos aspectos, y retiene ciertas características del pato tradicional, en particular el elemento de la cinchada, y la ensilladura y estribos propios del gaucho bonaerense.

Reglamento del juego
La cancha debe ser perfectamente llana y estar cubierta de grama o césped, Sus dimensiones son: largo entre 180 y 220 metros, ancho entre 80 y 90. Los aros, de un diámetro de un metro, están ubicados en la línea de fondo, montados verticalmente sobre postes de 2,40 m. El reglamento indica que cada aro debe poseer una red de 1,40 m de profundidad.
El "pato" en sí es de cuero, con cámara neumática, y posee seis asas, suele ser de color blanco. Su diámetro, de extremo a extremo, es de 40 cm. Su peso máximo es de 1250 g. Los caballos usados en el pato de competencia son ejemplares del llamado caballo criollo, de hasta 1,45 m de alzada.
Los ocho jinetes comienzan el juego en posiciones prefijadas. El equipo que posee el pato avanza hacia la línea final para arrojar al aro y así concretar un tanto.
Los jugadores de ambos equipos tienen derecho a recoger el pato cuando éste se halla en el suelo, quien se hace del pato puede pasarlo a un compañero (“cachetear”) o cabalgar rumbo al aro. Durante la cabalgata, se deben respetar ciertas reglas destinadas a evitar accidentes y preservar la competitividad. Notablemente, existe la obligación de asir el pato con la mano derecha y extender el brazo derecho; el pato es así "ofrecido" al rival que puede intentar asir el pato, y robarlo mediante la "cinchada" (el no "ofrecer" es una infracción llamada "negada”).
La cinchada es el elemento característico del pato, y el más apasionante. Dos jinetes cabalgan a plena velocidad tomando el pato de un asa cada uno; mediante tirones limpios, intentan hacerse del pato.
El presidente Juan Domingo Perón decretó en 1953 que el pato es el juego nacional de la Argentina. Las competencias de pato se hallan más bien acotadas al ámbito rural, muchas veces en conjunción con eventos de doma o música y baile.

La Taba
La taba es el hueso astrágalo del vacuno y lleva en la mayoría de los casos un enchapado en sus extremos superior e inferior (culo/ suerte).

Se juega entre 2 personas y se prepara un campo de juego que se caracteriza, especialmente, por un terreno blando y un poco húmedo llamado "queso". Este queso se divide en 2 partes, mediante una línea bien marcada. A partir de esa línea cada jugador debe tomar una distancia de aproximadamente 6 metros (en algunos casos es de 7 metros) con tablas a los costados, se enfrentan y cada jugador toma su posición para lanzar la taba hacia el queso y debe pasar la línea hacia el lado contrario. Si no sobrepasa la línea, repite el tiro.

La Taba puede caer en diferentes posiciones:
• Con la parte lisa hacia arriba: SUERTE. Es ganadora
• Con la parte hueca hacia arriba: CULO. Es perdedora
• En forma vertical, llamada PININO (algunos le llaman "pinini"), que es siempre ganadora y se puede pagar doble o triple, pero únicamente cuando ambos jugadores se ponen de acuerdo en jugar con esta posición
Cualquier otra posición en que caiga la taba no es válida. Además participan varios apostadores, que juegan al tiro de quien ellos elijan.

Es un juego rural, del ramal; es clandestino y jamás fue legalizado.


El Sapo

(mueble elaborado en madera y metal que se ubica en el centro del campo) que consta de una vieja (cara situada en la pared posterior del juego), los molinetes y la rana situada en el centro se usan para jugar tejos de bronce, que tienen el peso ideal para ser pulsados.
Es un juego de puntería que consiste en lanzar y embocar fichas en la boca del Sapo - Vieja o Buchacas y para sumar puntos debe traspasar totalmente la boca de ingreso correspondiente.

La cancha:

1) La cancha es un rectángulo con las siguientes características:
2) El juego del Sapo va colocado a un metro de distancia de la pared (línea de fondo).
3) Hacia cada lado se traza una línea a dos metros (líneas laterales).
4) Desde el frente del juego, hacia delante se traza una línea a cuatro metros (línea de adelante).
5) Desde el frente del juego (No desde el Sapo), hacia adelante se traza otra línea a los tres metros, (línea de lanzamiento).
6) Hacia atrás se traza una línea inmediatamente detrás del juego del Sapo.

Los jugadores:
Se juega en forma individual, cada uno utiliza doce fichas por ronda y su turno de lanzamiento en la ronda lo dará el sorteo previo.

Las fichas:
Un juego de fichas esta conformado por doce fichas de bronce y estas serán provistas por el Juez.
(El juez será una persona que conozca perfectamente el reglamento.)
El juez tiene la responsabilidad de autorizar las fichas con las que se va a jugar el encuentro, controlar y acondicionar el estado de la cancha, como así también alcanzar las fichas al jugador que le corresponda efectuar los lanzamientos.
El juez llevará una planilla de juego en la que se anotará el puntaje de cada ficha acertada por cada participante
El público no puede contar los puntos para hacer control.
Los jueces son las únicas personas que pueden estar dentro de la cancha con el jugador.


La Payana

Es un juego infantil que se practica con cinco piedras pequeñas u objetos similares, que consiste en ir tomándolas del suelo al tiempo que se arroja una de ellas al aire y se vuelve a tomar sin que caiga al piso.

En este juego se debe equilibrar cierta cantidad de piedras en la palma extendida de la mano. La idea es lanzar las piedras verticalmente con la palma al cielo extendida en posición horizontal y, mientras dura su trayectoria, invertir la orientación de la palma para recibirlas. El juego va aumentando su dificultad como lo es desde tirar las 5 piedras al suelo, seleccionar una, tirarla hacia arriba y cuando va en el aire tomar una piedra del suelo y recibir la que viene cayendo del aire, para luego en otra etapa tirar una piedra al aire y recoger dos o tres del suelo. Tiene muchas etapas o pruebas que cada vez se van complicando, es muy entretenido para chicos y grandes.

Originalmente llamado "kapichua", lo practicaban niños tobas y wichis con carozos o semillas a fin de desarrollar destrezas manuales y aprender a contar. Para avanzar en grados de complejidad, utilizaban progresivamente semillas más pequeñas.


CANCIONES PATRIAS

Himno Nacional Argentino
Los autores del Himno Nacional Argentino son D. Vicente López y Planes (versos) y D. Blas Parera (música)
Por decreto del Poder Ejecutivo de fecha 30 de marzo de 1900, en las festividades oficiales o públicas, así como en los colegios o escuelas del Estado, sólo se cantará la primera y la última cuarteta y el coro de la canción sancionada por la Asamblea General del 11 de mayo de 1813.

Himno a Sarmiento
En 1947 la Conferencia Interamericana de Educación, reunida en Panamá, estableció como Día Panamericano del Maestro al 11 de septiembre en homenaje al fallecimiento de Sarmiento considerando que “ninguna fecha es más oportuna para celebrar el día del maestro que el 11 de septiembre, día en que pasó a la inmortalidad Domingo Faustino Sarmiento”.


Himno al Libertador Gral. San Martín
El General José de San Martín es el héroe máximo de los argentinos. Se lo nombra como el Padre de La Patria. La literatura lo llamó "El Santo de la Espada". Se lo conoce como el Libertador de América. En las luchas por la independencia americana, fue un héroe venerado por varios países sudamericanos.
La música también le brinda su reconocimiento, con el Himno al Libertador General San Martín compuesto por Arturo Luzzatti y la letra de Segundo Argañaraz.

Aurora
Muchos son los poemas y las canciones que se han compuesto para homenajear a nuestra Enseña Patria, pero sin duda, todo niño, joven o adulto que ha pasado por las aulas de las escuelas argentinas, o ha concurrido a celebraciones de actos patrióticos, ha escuchado innumerables veces, la canción "Aurora", en ocasión de izar o arriar la Bandera."Aurora" es una oración, una plegaria a la Bandera, que estaba incluida en la ópera del mismo nombre.
La ópera "Aurora" fue compuesta en 1908, y estrenada en el Teatro Colón el 5 de septiembre del mismo año.


Saludo a la bandera
La bandera argentina fue creada por Manuel Belgrano el 27 de febrero de 1812, durante la gesta por la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata; Belgrano tomó los colores de la escarapela que ya estaba en uso. La primera vez que la bandera se izó en Buenos Aires fue el 23 de agosto de 1812, en la torre de la iglesia de San Nicolás de Bari, donde hoy se encuentra el Obelisco.

Mi Bandera
Muchas son las marchas y canciones que se han hecho a la enseña patria. una es esta, "Mi Bandera", con música de Juan Imbroisi, y letra de Juan Chassaing. Esta marcha está dedicada a los soldados argentinos, y fue cantada por primera vez en Campo de Mayo, en 1906.

Marcha de San Lorenzo
Fue estrenada el 30 de Octubre de 1902 en la inauguración del Monumento al General San Martín, en Santa Fe. Esta marcha describe como ninguna otra, una batalla, y resalta además de la figura del general San Martín, la del soldado que da su vida por su jefe, el Sargento Cabral. A partir de 1997 se adopta para rendir honores al Presidente de la Nación Argentina.

Marcha de Las Malvinas
En 1939, la "Junta de Recuperación de las Malvinas", mediante un concurso, seleccionó la mejor composición poético-musical. Tuvo ese honor el trabajo realizado por José Tieri en la música, y Carlos Obligado en la letra. A partir de allí, se canta esta Marcha de las Malvinas en los actos celebratorios y reclamatorios de Derechos Soberanos.

LA SOCIEDAD Y LAS COSTUMBRES DE LA EPOCA COLONIAL

Durante el Virreinato las ciudades y pueblos tenían modos de vida muy diferentes a los actuales, las actividades cotidianas estaban reguladas por la salida y la puesta del sol. También la sociedad era distinta, realizaban oficios diferentes a los actuales, tenían otra forma de comerciar, de transportarse de divertirse, de educarse. A su vez, era una sociedad en la que no todos los integrantes tenían los mismos derechos y obligaciones y mucho menos las mismas oportunidades.

Los invitamos a compartir muchas curiosidades sobre la sociedad colonial ¿nos acompañan?


LA RELIGIÓN:

Durante la época colonial, las órdenes religiosas cumplían múltiples funciones. La Iglesia centralizaba los trámites administrativos, allí se registraban los nacimientos, los fallecimientos, los bautismos, los casamientos.

Además de estar presentes en las ciudades, también lo estaban en las zonas más alejadas del Virreinato, por ejemplo la orden religiosa de los Jesuitas, llamada “Compañía de Jesús”, creo pueblos en la selva, llamadas “misiones”.


EL COMERCIO:

La producción de plata impulsó el comercio de larga distancia. Desde México y Perú, los principales centros productores, se enviaba la plata a España a cambio de manufacturas y de artículos de lujo. España implantó en sus colonias el monopolio comercial, es decir la prohibición de comerciar con otras naciones europeas y estableció los puertos autorizados para el comercio, que eran unos pocos. Para ello España creó el sistema de flotas y galeones: una flota de naves de carga partía hacia las colonias americanas y era custodiada por naves de guerra, a fin de evitar los ataques piratas. Este sistema comercial no solo era lento, sino que favoreció a unos pocos comerciantes, y las mercaderías llegaban muy costosas a América, por lo que apareció el contrabando, es decir el comercio ilegal, y esto benefició a los comerciantes de las colonias porque compraban más barato y podían conseguir productos que España no suministraba. Como consecuencia del contrabando, una parte de la riqueza en plata fue desviada a otras naciones.


LOS ESCLAVOS:

Como dijimos al comienzo, no todos los integrantes de la sociedad tenían los mismos derechos, entre ellos los esclavos, no tenían ninguno.

Los esclavos que vivían en el Virreinato del Río de la Plata eran de raza negra y habían sido traídos de África. En la ciudad de Buenos Aires había dos grandes mercados en los que se compraban y vendían esclavos. La mayoría de ellos fueron destinados a tareas domésticas; sin embargo los hombres eran incorporados a las milicias y enviados al frente en las batallas. (Regimiento de Pardos y Morenos).

Una de las ocupaciones más comunes de las esclavas negras era ser “amas de leche”, es decir amamantar a los recién nacidos. Otra de sus ocupaciones domésticas era lavar la ropa, para ello se juntaban a orillas del Río de la Plata a lavar la ropa de sus amos, lo hacían con jabón de sebo (hecho con la grasa de vaca).

Los negros no podían recibir ninguna clase de enseñanza, excepto la cristiana y solo una vez por semana.


LA EDUCACIÓN:

Aquí también encontramos diferencias con nuestra sociedad actual, la educación no era para todos. Los niños más humildes no recibían educación y desde pequeños realizaban varios oficios para ayudar a sus padres; en general trabajaban como ayudantes de los mayores en los oficios más tradicionales aunque no cobraban dinero, solo les daban la comida y les enseñaban un oficio con el que podrían ganarse la vida, también eran repartidores de leche y de otras mercaderías desde los comercios a las casas de familia.

En general las clases se impartían solo a los varones, aunque a principios de siglo XIX, en algunas provincias se establecieron escuelas para niñas.


DIFERENTES FORMAS DE DIVERSIÓN:

Acá sí que tenemos para todos los gustos y clases sociales, “La Pulpería”, “Las Tertulias”, “Las fiestas populares”, “Los juegos infantiles”, etc. ¡Vamos a conocer cómo se divertían en esa época! No eran para nada aburridos.


LAS PULPERIAS:

La pulpería eran los comercios o negocio del campo, también llamados almacén de ramos generales. Allí se vendía todas aquellas cosas que los pobladores necesitaban: telas, comestibles, remedios, ropas, artículos de talabartería y los llamados "vicios": tabaco, papel para armar cigarrillos, yerba, etc. Allí se reunían a beber y a conversar los gauchos de los alrededores y los viajeros que estaban de paso. El pulpero atendía detrás de una reja de hierro o madera, que le servía de protección contra los borrachos pendencieros y los asaltantes. En las pulperías había siempre una o dos guitarras, para que lucieran sus habilidades los cantores; a veces se originaban amenas payadas; allí se daban y se recibían toda clase de noticias, se jugaba a los naipes, bochas, dados y taba; se realizaban riñas de gallos y se concertaban y corrían carreras de caballos. Eran frecuentes las discusiones y las riñas y en esos casos se retaban a duelo.
Algunos atribuyen el origen del nombre a que los pulperos (propietarios de estos establecimientos) eran verdaderos "pulpos", que les sacaban el dinero a los pobres (el mismísimo diccionario de la Real Academia Española reconocer este origen). Para otros, viene de "pulquería" o lugar donde se toma pulque, que es una bebida parecida al aguardiente.
Tiene su origen en las primeras épocas de la colonia (En marzo de 1600 el cabildo porteño impuso a un pulpero una multa de 8 pesos por haberle vendido vino a indios y negros).


LAS TERTULIAS:

Eran reuniones que se hacían a la noche, en las casas de los vecinos más importantes. Eran el eje de la vida social, se reunían para discutir sobre religión, política, e inclusive para jugar a las cartas, al billar o truque, al ajedrez y al chaquete y resolver adivinanzas y acertijos. En general se daban una vez por semana. Después de la charla o los juegos era muy común que se bailara.

viernes, 4 de junio de 2010

Síntesis de la Historia Argentina

Argentina indígena

La población del actual territorio argentino a la llegada de los españoles a principios del siglo XVI sumaba unas 330.000 personas agrupadas en una veintena de grupos étnicos. Los habitantes del Noroeste, las Sierras Centrales y la Mesopotámica practicaban la agricultura, mientras que el resto del territorio estaba ocupado por grupos de cazadores-recolectores. Las culturas más extendidas fueron los diaguitas al Noroeste, los guaraníes, los tupíes, los tobas y los guaycurúes en el Noreste, los pampas en el centro y los tehuelches, mapuches y onas en el Sur.

Conquista y colonización

En 1536 Don Pedro de Mendoza fundó Santa María de los Buenos Ayres, la primera ciudad argentina. La miseria y el hambre doblegaron a Mendoza y su gente y Buenos Aires quedó despoblada hasta su segunda fundación por Juan de Garay en 1580. Las ciudades argentinas fueron fundadas por conquistadores que provenían de distintas zonas de América. La corriente pobladora del este, llegada desde España, tomó como base de operaciones la ciudad de Asunción y fundó las ciudades litorales. La que vino desde el Perú ocupó el Tucumán, como se llamaba entonces a todo el Noroeste argentino. Las ciudades cuyanas fueron fundadas por la corriente proveniente de Chile.

La etapa colonial
Lo que hoy es la Argentina perteneció al virreinato del Perú hasta que en 1776 el rey Carlos III creó el Virreinato del Río de la Plata, cuyo primer virrey fue Pedro de Ceballos. La capital, Buenos Aires, se convirtió en un gran puerto comercial y se incrementó notablemente la exportación de cueros, tasajo y de la plata proveniente de las minas del Potosí. El sistema de monopolio impuesto por España prohibía comerciar con otro país que no fuera la propia España. Esto encarecía notablemente los productos y complicaba la exportación. En 1806 y 1807 se produjeron dos invasiones inglesas, que fueron rechazadas por el pueblo de Buenos Aires, alistado en milicias de criollos y españoles. En cada milicia, los jefes y oficiales fueron elegidos democráticamente por sus integrantes. Las milicias se transformaron en centros de discusión política.

La revolución
Las invasiones inglesas demostraron que España estaba seriamente debilitada y que no podía ni abastecer correctamente ni defender a sus colonias. La ocupación francesa de España por Napoleón, la captura de del Rey Carlos IV y su hijo Fernando VII y la caída de la Junta Central de Sevilla decidieron a los criollos a actuar. El 25 de mayo de 1810 se formó la Primera Junta de gobierno presidida por Cornelio Saavedra, que puso fin al período virreinal. Mariano Moreno, secretario de la Junta, llevará adelante una política revolucionaria tendiente a fomentar el libre comercio y a sentar las bases para una futura independencia.

La etapa revolucionaria
Entre 1810 y 1820 se vive un clima de gran inestabilidad política. Se suceden los gobiernos (Primera Junta (1810), Junta Grande (1811), Triunviratos (1811-1814) y el Directorio (1814-1820) que no pueden consolidar su poder y deben hacer frente a la guerra contra España. En esta lucha se destacarán Manuel Belgrano, José de San Martín, llegado al país en 1812, y Martín Miguel de Güemes. Las campañas sanmartinianas terminarán, tras liberar a Chile, con el centro del poder español de Lima. El 9 de julio de 1816 un congreso de diputados de las Provincias Unidas proclamó la independencia y en 1819 dictó una constitución centralista que despertó el enojo de las provincias, celosas de su autonomía.

Unitarios y federales
A partir de 1819 en el país se fueron definiendo claramente dos tendencias políticas: los federales, partidarios de las autonomías provinciales, y los unitarios, partidarios del poder central de Buenos Aires. Estas disputas políticas desembocaron en una larga guerra civil cuyo primer episodio fue la batalla de Cepeda en febrero de 1820, cuando los caudillos federales de Santa Fe, Estanislao López, y de Entre Ríos, Francisco Ramírez, derrocaron al directorio. A partir de entonces, cada provincia se gobernará por su cuenta. La principal beneficiada por la situación será Buenos Aires, la provincia más rica, que retendrá para sí las rentas de la Aduana y los negocios del puerto.

La etapa rosista
En 1829 uno de los estancieros más poderosos de la provincia, Juan Manuel de Rosas, asumió la gobernación de Buenos Aires y ejerció una enorme influencia sobre todo el país. A partir de entonces y hasta su caída en 1852, retendrá el poder en forma autoritaria, persiguiendo duramente a sus opositores y censurando a la prensa, aunque contando con el apoyo de amplios sectores del pueblo y de las clases altas porteñas. Durante el rosismo creció enormemente la actividad ganadera bonaerense, las exportaciones y algunas industrias del interior que fueron protegidas gracias a la Ley de Aduanas. Rosas se opuso a la organización nacional y a la sanción de una constitución, porque ello hubiera significado el reparto de las rentas aduaneras al resto del país y la pérdida de la hegemonía porteña.

La Sucesión
Justo José de Urquiza era gobernador de Entre Ríos, una provincia productora de ganado como Buenos Aires que se veía seriamente perjudicada por la política de Rosas, que no permitía la libre navegación de los ríos y frenaba el comercio y el desarrollo provinciales. En 1851, Urquiza se pronunció contra Rosas y formó, con ayuda brasileña, el Ejercito Grande con el que derrotó definitivamente a Rosas en Caseros el 3 de febrero de 1852. Urquiza convocó a un Congreso Constituyente en Santa Fe que en mayo de 1853 sancionó la Constitución Nacional. Pero aunque ya no estaba Rosas, los intereses de la clase alta porteña seguían siendo los mismos y Bartolomé Mitre y Adolfo Alsina, dieron un golpe de estado, conocido como la "Revolución del 11 de Septiembre de 1852". A partir de entonces, el país quedó por casi diez años dividido en dos: el Estado de Buenos Aires y la Confederación (el resto de las provincias con capital en Paraná). La separación duró casi diez años, hasta que en septiembre de 1861, el líder porteño Bartolomé Mitre derrotó a Urquiza en Pavón y unificó al país bajo la tutela porteña.

La organización nacional
A partir Pavón se sucedieron los gobiernos de Bartolomé Mitre (1862-68), Domingo F. Sarmiento (1868-1874) y Nicolás Avellaneda (1874-1880), quienes concretaron la derrota de las oposiciones del interior, la ocupación del todo el territorio nacional y la organización institucional del país fomentando la educación, la agricultura, las comunicaciones, los transportes, la inmigración y la incorporación de la Argentina al mercado mundial como proveedora de materias primas y compradora de manufacturas.

La república conservadora
En 1880 llegó al poder el general Julio A. Roca, quien consolidó el modelo económico agroexportador y el modelo político conservador basado en el fraude electoral y la exclusión de la mayoría de la población de la vida política. Se incrementaron notablemente las inversiones inglesas en bancos, frigoríficos y ferrocarriles y creció nuestra deuda externa. A partir de la crisis de 1890 surgieron las oposiciones al régimen. Por el lado político, la Unión Cívica Radical luchaba por la limpieza electoral y contra la corrupción, mientras que, por el lado social, el movimiento obrero peleaba por la dignidad de los trabajadores desde los gremios socialista y anarquista.

La reforma electoral
La lucha radical, expresada en las revoluciones de 1893 y 1905, y el creciente descontento social, expresado por innumerables huelgas, llevarán a un sector de la clase dominante a impulsar una reforma electoral que calme los ánimos y traslade la discusión política de las calles al parlamento. En 1912, el presidente Roque Sáenz Peña logró la sanción de la ley que lleva su nombre y que establece el voto secreto y obligatorio.

La etapa radical
La aplicación de Ley Sáenz Peña hizo posible la llegada del radicalismo al gobierno. Los radicales gobernarán el país entre 1916 y 1930 bajo las presidencias de Hipólito Yrigoyen (1916-1922) (1928-1930) y Marcelo T. de Alvear (1922-1928), e impulsarán importantes cambios tendientes a la ampliación de la participación ciudadana, la democratización de la sociedad, la nacionalización del petróleo y la difusión de la enseñanza universitaria. El período no estuvo exento de conflictos sociales derivados de las graves condiciones de vida de los trabajadores. Algunas de sus protestas, como la de la Semana Trágica y la de la Patagonia, fueron duramente reprimidas con miles de trabajadores detenidos y centenares de muertos.

La década infame
El 6 de septiembre de 1930 los generales José Félix Uriburu y Agustín P. Justo encabezaron un golpe de estado, apoyado por grupos políticos conservadores, y expulsaron del gobierno a Yrigoyen inaugurando un período en el que volvió el fraude electoral y la exclusión política de las mayorías. En 1933 se firmó el Pacto Roca-Runciman con Inglaterra que aumentó enormemente la dependencia Argentina con ese país. Se sucedieron los gobiernos conservadores (el general Uriburu, entre 1930 y 1932; el general Justo, entre 1932 y 38; Roberto Ortiz, entre 1938 y 1942, y Ramón Castillo, entre 1942 y 1943), que se desentendieron de los padecimientos de los sectores populares y beneficiaron con sus políticas a los grupos y familias más poderosas del país.

La etapa peronista
En 1943 un grupo de militares nacionalistas dio un golpe de estado y derrocó al presidente Castillo. Dentro de este grupo se destacó el coronel Juan Domingo Perón, quien, desde la secretaría de Trabajo y Previsión, llevará adelante un política tendiente a mejorar la legislación laboral y social (vacaciones pagas, jubilaciones, tribunales de trabajo). El apoyo popular a Perón lo llevará al gobierno en las elecciones de 1946. Durante sus dos presidencias (1946-1952 y 1952-1955) Perón, que ejercerá el poder limitando el accionar de la oposición y censurando a la prensa, impulsará una política que combinaba el impulso de la industria, el empleo, las comunicaciones y los transportes, con la acción social desarrollada por Eva Perón a través de la construcción de hospitales, escuelas, hogares para niños y ancianos, y ayuda económica para los más pobres.

La inestabilidad política
En 1955 un nuevo golpe militar derrocó a Perón, quien marchó al exilio. A partir de entonces y hasta 1973, los peronistas no podrán votar por su partido. En ese período habrá dos presidentes civiles, Arturo Frondizi (1958-62) y Arturo Illia (1963-66) que intentarán impulsar el desarrollo nacional y poner fin a la proscripción del peronismo. Ambos serán derrocados por golpes militares. El golpe del ’66, llamado Revolución Argentina, se prolongó en el poder por siete años hasta que la presión popular expresada en violentas protestas como el Cordobazo y en la aparición de grupos guerrilleros, obligó a los militares a llamar a elecciones el 11 de marzo de 1973. El candidato peronista, Héctor Cámpora, resultó electo.

El regreso del peronismo
Entre 1973 y 1976 gobernó nuevamente el peronismo con cuatro presidentes (Cámpora, 1973; Lastiri, 1973; Perón, 1973-1974; e Isabel Perón 1974-1976), quienes intentaron retomar algunas de las medidas sociales del primer peronismo, como el impulso de la industria y la acción social, el mejoramiento de los sueldos y el control de precios. Pero los conflictos internos del movimiento peronista y la guerrilla, sumados a la crisis económica mundial de 1973, complicaron las cosas que se agravaron aun más con la muerte de Perón en 1974 y la incapacidad de su sucesora Isabel Perón para conducir el país. Esta crisis fue utilizada como excusa para terminar con el gobierno democrático y dar un nuevo golpe militar.

La dictadura
La dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983 contó con el decisivo respaldo de los grandes grupos económicos nacionales y el financiamiento permanente de los grandes bancos internacionales y los organismos internacionales de crédito como el Banco Mundial y el FMI. El saldo de su gestión fue el de miles de muertos y desaparecidos, centenares de miles de exiliados, la derrota del Ejército argentino en Malvinas, la multiplicación de la deuda externa por cinco, la destrucción de gran parte del aparato productivo nacional y la quiebra y el vaciamiento de la totalidad de las empresas públicas a causa de la corrupción de sus directivos.

La democracia
Desde 1983, el país vive en democracia restableciéndose las libertades públicas y los derechos humanos, y la cultura argentina volvió a destacarse en el mundo La herencia dejada por la dictadura militar fue muy pesada y los sucesivos gobiernos (Raúl Alfonsín, 1983-1989 y Carlos Menem 1989-1999) vieron condicionados sus planes sociales y políticos por las presiones económicas. Menem entendió que la solución pasaba por una política de privatizaciones. Esta política generó una breve etapa de bienestar (1991-1995), pero que concluyó con una profunda crisis que generó desocupación y aumentó notablemente la deuda externa.